jueves, 17 de diciembre de 2015

Elecciones y caza, ¿que ofrece realmente cada partido?





Una de las máximas de este blog es abordar los problemas de la caza desde una visión amplia que tenga en cuenta los factores de índole ambiental, social, económica y política. Como no podía ser de otra forma, hemos decidido hacer un contraste entre las cuestiones que consideramos esenciales para el futuro de la caza en nuestro país y los proyectos políticos de los principales partidos con opciones a ganar las próximas elecciones (PP, PSOE, Podemos y C’s).


En primer lugar enumeramos las demandas que entendemos como fundamentales para el futuro de la caza y el campo en nuestro país:



1. Apuesta por una agricultura respetuosa con la fauna: Son muchas las medidas que un Gobierno central puede hacer en este sentido, como limitar el uso de fitosanitarios, respetar linderos, restringir usos agrícolas intensivos, exigir la conservación y creación de puntos de agua asociados a zonas agrícolas, y así un largo etcétera.


2. Aumento de la vigilancia ambiental: De poco sirven normativas y legislación si no existe control por parte de la administración pública. Se debe aumentar el número de efectivos en servicios como el SEPRONA y los Agentes Forestales, ya que son estos los cuerpos de seguridad más eficientes contra el furtivismo y la correcta aplicación de la legislación ambiental. Son miles los cotos donde los vertidos ilegales, furtivismo y todo tipo de infracciones quedan impunes precisamente por la falta de vigilancia que los cotos no pueden asumir.


3. Contratación de expertos en materia cinegética por parte de la administración pública: Los servicios de caza actuales están esqueléticos e inoperativos para llevar a cabo una verdadera gestión cinegética. Por tanto, estos deben de ser dotados de los recursos humanos (Ingenieros Forestales, de Montes y Biólogos) y económicos que les permitan hacer una gestión y ordenación real de la caza, siempre seleccionando a expertos en la materia y contando con la implicación activa de los cazadores.


4. Creación y gestión de cotos sociales para facilitar el acceso a la caza: Desde la eliminación de los terrenos libres la caza se ha convertido en un bien cada vez más inaccesible económicamente. La gestión pública de terrenos cinegéticos correctamente vigilados y ordenados donde se puedan otorgar permisos a cazadores y cuadrillas es un herramienta de fomento de la caza, asegurando su práctica entre la gente con menores posibilidades económicas.


5. Apuesta por la Investigación en materia cinegética: Necesitamos que el aprovechamiento cinegético se tecnifique y este basado en el conocimiento científico-técnico. Para ello debe apostarse por la investigación en materia cinegética, apoyando líneas estratégicas específicas que aborden necesidades reales de la conservación y el fomento de nuestras especies cinegéticas.


6. Apuesta por el empleo en el medio rural: El distanciamiento con el medio rural debido a la concentración de la población en las ciudades hace difícil que la ciudadanía urbanita le cueste entender la importancia de aprovechamientos como la caza, la madera o los pastos. Por eso, la apuesta por el medio rural debe implicar la creación de programas de empleo asociados a usos tradicionales como la ganadería extensiva y la agricultura ecológica que fijen población activa en estas zonas. Asimismo, deben asegurarse los servicios públicos (colegios, ambulatorios, cultura, etc.) que permitan una buena calidad de vida en estos lugares y hagan atractivo que parte de la población se reubique en los pueblos.


7. Programa estratégico de educación ambiental: Como ya hemos explicado en alguna ocasión, para que las nuevas generaciones entiendan la relevancia socioeconómica de la caza, primero tienen  que entender el papel del aprovechamiento sostenible de los recursos naturales en la conservación de nuestros montes. Solo acercando a los jóvenes esta información de manera constante y ambiciosa seremos capaces de hacer una verdadera pedagogía en favor del respeto por nuestro medio natural y sus usos tradicionales.





A continuación mostramos el contraste entre nuestras propuestas y los distintos proyectos políticos con opciones de ganar las próximas elecciones:















PARTIDO POPULAR: Desafortunadamente, las políticas de actual partido de Gobierno encabezado por Mariano Rajoy se han  dirigido en el sentido contrario al de nuestras propuestas para la conservación y fomento de la caza. Es decir, donde han gobernado han recortado en los servicios de caza y pesca hasta dejar los recursos humanos y económicos bajo mínimos, han favorecido el desarrollo de regadíos y la agricultura más intensiva, han privatizado la caza en los cotos sociales (Castilla la Mancha) y Fincas del Estado (MAGRAMA), en algunos lugares como la Comunidad de Madrid no sacan plazas de Agentes Forestales desde hace más de 12 años (1), han recortado la inversión en investigación (especialmente en medio ambiente), en materia rural han cerrado colegios y ambulatorios en zonas rurales (Castilla la Mancha) y la educación ambiental se ha visto seriamente recortada donde tienen tareas de gobierno. A todas luces, las medidas económicas que vertebran el proyecto político de este partido, básicamente orientadas al recorte de la inversión pública en cuestiones que son esenciales para la conservación del medio natural, así como el desarrollismo irracional (nuevos polígonos vacíos, construcción de nuevas viviendas, más autovías y AVEs, etc.) a costa del medio ambiente, son incompatibles con un futuro tanto para la caza como para un campo vivo en este país.
















PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL: Como cara amable del bipartidismo, el PSOE siempre ha tenido un discurso más sensible a la conservación del medio ambiente en comparación con el PP. Sin embargo, lo hechos nos demuestran que donde han gobernado durante años los montes y campos no se encuentran mejor que donde lo hizo el Partido Popular. El actual estado de la caza menor en autonomías como Extremadura, Castilla la Mancha o Andalucía son claros ejemplos de esta cuestión. De esta forma, al igual que señalábamos con el partido de Mariano Rajoy, las políticas que consideramos necesarias para la conservación y revitalización de la caza en nuestros campos son incompatibles con las del desarrollismo en obra civil y los recortes en inversión pública que el PSOE viene asumiendo rigurosamente cuando gobierna. Así, mientras el campo español y el medio rural se desangraban durante los gobiernos socialistas, este se dedicaba a gastar miles de millones de euros en infraestructuras innecesarias (2) para alegría de unas pocas constructoras y desgracia de todos los españoles. Es más, cuando algunos dirigentes bienintencionados de este partido tuvieron la osadía de llevar a cabo medidas encaminadas a la conservación de nuestras costas y recursos hídricos que chocaban con intereses privados, rápidamente fueron apartados como en el caso de Cristina Narbona (3).











PODEMOS: Probablemente a nadie se le escape que la formación de Pablo Iglesias puede ser la gran sorpresa de estas elecciones, situándose como alternativa de Gobierno al actual sistema bipartidista. De hecho, basta observar el grado de agresión mediatica que ha sufrido este partido atípico desde su nacimiento para darse cuenta de que Podemos ha tocado nervio e inquieta tanto a partidos tradicionales como a quienes hasta ahora han vivido a costa del empobrecimiento de la mayoría social. En términos programáticos, este partido cuestiona las políticas de austeridad y de despilfarro, mostrando el programa más ambicioso en defensa del medio ambiente. En relación con nuestras propuestas para el futuro de la caza y el campo, el programa de Podemos coincide en la necesidad de apostar por la creación de empleo tanto en el ámbito medioambiental, como en el de la investigación y el educativo. También dice apostar por el medio rural y su reactivación, no haciendo ninguna mención específica a la caza. No obstante, Podemos tiene un gran reto en materia ambiental, y es superar su fuerte origen urbano. Aunque este efecto también es muy acusado en el resto de partidos, multitud de personas simpatizantes de Podemos ni entienden la venatoria ni muestran simpatía por ella. Por este motivo, Pablo Iglesias tiene el gran reto de hacer una política medioambiental que integre diversas sensibilidades y que huya de la paradoja del gato asilvestrado, apostando por la toma de decisiones valientes y asesoradas por los mejores expertos. De momento Podemos ha hecho lo que consideramos esencial para parar la degradación de nuestros campos, afirmar de manera tajante que el medio ambiente no es una mercancía que puede supeditarse por defecto a la rentabilidad
empresarial.









CIUDADANOS: El partido de Albert Ribera se presenta a estas elecciones como una opción aparente de cambio ante el actual sistema bipartidista, pero lo cierto es que más allá de su fachada de partido emergente existen motivos suficientes para afirmar que se parecen demasiado a PP y PSOE. Numerosos cargos de Ciudadanos proceden de las filas de PP (4), e incluso el propio Albert Ribera, exmilitante del PP, lleva más de 8 años viviendo de la política como diputado en Cataluña (5). Pero el principal problema de Ciudadanos en relación a nuestras propuestas con la caza y la conservación no es que se vendan como un partido nuevo y regenerador y no lo sean, sino que su visión económica y política es extremadamente similar a la del Partido Popular. Es decir, se trata de la misma política que nos ha traido hasta aquí, que ve a las personas y el medio ambiente como un estorbo en la rentabilidad empresarial; eso si, con un barniz de buenas intenciones, mucho marketing y crítica a sus predecesores. De hecho, en la Comunidad de Madrid han dado el Gobierno al mismo PP que ha convertido esta autonomía en la más degradada ambientalmente de España. Todos deberíamos alegrarnos de que aparezcan nuevas formaciones políticas, pero entendemos que la degradación/abandono del campo y la caza tiene origen en determinadas políticas que ya hemos abordado en numerosas ocasiones en este blog. Por eso mismo, un partido que despierta la simpatía de los banqueros (6) y que resulta tan bien tratado por los medios de comunicación nos genera demasiadas dudas de que vaya a acometer las medidas que entendemos necesarias para el futuro de la caza y el campo de nuestro país.










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